Episodio 2

Episodio 2: Guerra



Existe una orden llamada Hueco 7, una orden tan poderosa que permanece secreta, y cuyos miembros se van integrando entre periodos largos de tiempo, esta orden a prevalecido por tanto tiempo que logró convertirse en algo mucho más grande, los primeros 9 se alzaron y domaron las salvajes tierras de lo que hoy se conoce como Anaco. Deiniel, el señor del mar, Rey de lo virtual, fue proclamado líder y dueño de parte de las tierras sureñas, de las tierras del sureste, y parte del este. El Feto, el último de su especie antes conocida como los Fetos, fueron una raza destructora y vengativa, dueño de parte de las tierras del este y del noreste. Deivis, un ser enviado por el mismísimo Dios Sergio, como una voz para la raza Asítica de Anaco, proclamado Rey de Hielo por el mismísimo Dios Sergio, ahora líder de los Asíticos, y voz de los Gigantes de Hielo, dueño de las tierras norte y noroeste. Grecia, Reina de los Asíticos, una raza de poca índole y bajo número, pero que persiste, gracias a sus reyes, vigía de las tierras del oeste. Xavielys, conocida como Madre de Enanos pero sin un título oficial, señora del cielo y reina de lo virtual, gobierna las tierras suroeste y parte del sur, siendo muy querida por los pueblos enanos que viven en los alrededores. El área central se formó para controlar las áreas exteriores, el centro es gobernado por los 4 miembros del Concejo Supremo, Jhonathan, conocido como Rey Flaco, es el encargado de administrar las diversas colonias alrededor de la Citadel, José, el Diacono Oscuro, nuestro gran sacerdote, es quien nos transmite la voz de Dios Sergio y la hace llegar hasta nosotros a través de su templo, Juán, El Rey Sabio, encargado de administrar Citadel, comida, agua, lo que sea y también las relaciones exteriores, y Raúl, El Alto Mando, antes conocido como el Rey Psicópata por el resto de la orden, pero fue apaciguado por Dios Sergio y encerrado en las catacumbas, es el líder militar, y permanece en silencio.

Hasta ahora…

Desde el sur, un grupo de personas ingresó al límite territorial de Anaco con una proeza, tener un hogar para establecerse y vivir, y para hacerse con el control total del territorio. –Hoy, entramos a este paraje con el fin de vivir en armonía, una armonía que tomaremos por la fuerza– Vociferó el líder del movimiento. El cielo se tornaba en un gris opaco, las hojas de los arboles se agitaban frenéticamente debido al intenso viento invernal. El invierno de la región sur no es comparable al del norte, debido al clima caluroso solo se limita a fuertes lluvias, pero eso no impedía que la temperatura hiciera de las suyas, las manos de los sujetos temblaban, y la mucosa de sus narices se hacía hielo, hacía frío.
–Hace mucho frió, creo que elegimos una mala época para emigrar– Soltó uno de los que se encontraban al frente –Esto solo entorpecerá el paso y bajará la moral.
–Peor si nos quedábamos en Cantaura a morir de hambre, no podríamos sobrevivir otra temporada– Respondió el que parecía ser el segundo al mando.
–Una temporada bajo nuestro gobierno, ¿cree que montar otra dictadura opresiva será mejor?
–¡Cierra la boca!, El anterior líder nunca supo mover las piezas correctas de la forma correcta, pero yo si sabré hacerlo– Interrumpió el hombre que iba a la cabeza –“Rebirth”, Renacimiento, eso será lo que nos toca.

Eran aproximadamente las tres de la tarde cuando los susodichos viajeros entraron a la región suroeste de Anaco, y el eco de la tierra quebrándose resonaba a lo lejos…

En una pequeña granja cerca del borde sur, se encontraba una familia en una triste situación, sin electricidad y sin comida, al borde de la infinita desesperación. La madre se encontraba en la cocina en su labor diaria de madre, cocinando lo que se tenía disponible para alimentar a sus críos, a mano disponía de unas cuantas sobras y una paloma cazada el día anterior, “que decadente situación…”, pensó para sí misma mientras adornaba el poco guiso con unas cuantas lagrimas que nacieron desde sus grises ojos.
–¡Niños, a comer!...
La comida estaba limitada a solo ser consumida por los niños, y ni aun así es suficiente para alimentarlos, no existe nada peor para un padre que ver a sus hijos sufrir. Al hacer su llamada, ambos infantes corrieron desde el patio, se sentaron en la mesa de la cocina y rezaron, enunciaron unas cuantas plegarias y finalmente dieron gracias por la comida.
–Mamá– Entonó el mayor de ambos hermanos –Hace un momento desde mi casita del árbol pude ver a unas personas.
–¿Que personas?– Respondió su madre.
Al poco tiempo de contestar, fuera en el patio se encontraba el padre intercambiando palabras con un grupo significativamente grande de personas, vestían ropas peculiares, pantalones de mezclilla de estilo militar, camisas manga larga de nailon, ambos de un color azul cielo oscuro y opaco, botas de cuero negro, y algunos de ellos portaban una gorra, o bien de color negra, o bien del color de sus ropas.
–¿En qué puedo ayudarles?– Preguntó el dueño de la granja.
–Linda granja, ¿Nos permitiría hospedarnos un tiempo? Tenemos frío, hambre, nos vendría bien un techo para refugiarnos.– Vociferó el líder del grupo.
–Lo lamento pero no puedo, no tenemos comida para atenderlos en su estadía, ni mantas para abrigaros en las noches, el granero ni siquiera tiene techo.
–¿Por qué el granero no tiene techo?, ¿Cómo es posible que no tengan nada de comida?, por el amor de dios ¿Qué clase de granja inhabitable es esta?
–Hace unas cuantas semanas un avión se estrelló aquí, arrancando el techo de mi granero, verá, esta región se encuentra en guerra desde hace seis meses, los recursos de primera necesidad escasean masivamente, Citadel ha redirigido todo directamente a la máquina de guerra Anaquénse, la situación es dura, demasiado…
–Entiendo, pero, ¿Cómo es que todo esto está pasando?, ¿contra quién están en guerra?
–Contra la raza Asítica del Oeste, esto es una guerra civil…
–Ya veo…, bueno, menos mal estamos nosotros aquí para ayudar.
–¿Nos ayudara en nuestra situación?, muchas gracias señor, señores.
–No es nada colega, es un placer.

Eran las siete de la noche, los uniformados terminaron de descuartizar los cadáveres de los niños despellejados, estos serian guardados para el desayuno de la mañana siguiente, los dos adultos serian la cena de hoy. –Brindo por nosotros, seremos un rayo de luz en este infierno bélico– Exclamó el líder para después tomar un largo trago de sangre extraída de los muertos y seguir hablando –Seremos reyes.

Una fuerte nevada pintaba el horizonte de blanco, los barrancos se llenaron de hielo suave y una fuerte ventisca golpeaba innumerables veces el Torreón Lanza del Sol, la temperatura llegó a los 0 grados.

–¿Dónde puta madre esta la perra de Xavielys con esos tanques?
Grecia se hallaba desesperada, la presión de tener que liderar un pueblo en plena guerra la estaba matando, durante cinco meses consiguió mantener a Citadel a raya en la Falla de Cluarico gracias a la valía de su gente y el apoyo de la nueva Guardia Real Asítica, pero desde que Citadel envió a los DRDR (Dragones Raptores de Destrucción Rápida) todo el esfuerzo resultó en perdida y en dos semanas se perdió un 57% del territorio Oeste de Anaco, y se seguiría perdiendo si no fuese por las constantes descargas de Silbón del Diablo. El hambre y el cansancio se hacían notar, y las bajas son catastróficas.
–Maldita sea Raúl, se autoproclama rey y ahora está por extinguir a mi gente… ¿Y donde coño esta Feto?
El Príncipe Feto le había prometido a Grecia unos refuerzos considerables, pero hace meses que no se sabe nada de él, la última vez que se le ha avistado fue en un pequeño pueblo cerca de la zona Este, justo antes de la tierra de nadie.

Minutos después entra al salón de la reina un joven mensajero altamente exaltado, profundamente desesperado al parecer.
–Mi reina, hemos perdido dos kilómetros más en las últimas horas, los DRDR llegaron acompañados de Colosos y una División de Minotauros y tomaron el pueblo de Cardierus.
–Citadel viene muy enserio al parecer, contacta con el CG, quiero que disparen Silbón del Diablo en las coordenadas de la última línea de defensa que perdimos.
–Si mi reina.

No pasó mucho tiempo hasta que las órdenes llegaran al Cuartel General. Los Silbones del Diablo son unos majestuosos cañones de plasma condensado ubicados alrededor del perímetro del torreón, unas espectaculares megaestructuras de labor artillera con alcance intercontinental, radio de explosión de cuatrocientos metros cuadrados, nivel de destrucción del ochenta y siete por ciento, conocida como “la artillería de los dioses”. Un sádico estruendo resonaba al unísono, era el sonido de las estructuras de ciento cincuenta metros de diámetro en tarea de apuntado, un ligero sonido agudo zumbaba en tono cada vez mas alto hasta que de repente quedo en silencio, “Fuego” fueron las palabras recitadas por la reina segundos antes de que los enormes cañones emitieran un enorme silbido cuyo eco resonaba kilómetros a la redonda, los cañones dispararon, cuatro columnas rojas se alzaron y se perdieron en el horizonte, y acto siguiente, el eco de la tierra quebrantándose a lo lejos inundo el ambiente. “Así es como silba Satanás” pensó Grecia cuyo espectáculo nunca deja de maravillarle.

Tierra de nadie, un inmenso páramo desierto ubicado en la zona noreste de Anaco, un gigante trozo de tierra árida y destruida que reemplaza lo que antes era conocida como la metrópolis de Pilones, destruida durante la gran cruzada de Los Fetos. El Príncipe Feto se encontraba caminando ese vasto cráter de destrucción ahogándose en la melancolía de sus recuerdos, lo que pasó ese día hace ocho años nunca se borrará de su memoria.

Hace ocho años hubo un conflicto bélico de cuestiones religiosas. En la tierra noreste de la región surgieron Los Fetos, un pueblo “primitivo”, promiscuo y demasiado inteligente para lo que aparentaba ser, este pueblo vivía bajo la tierra de esa región en un manantial subterráneo, allí vivían en una completa armonía, comiendo y apareándose como dioses, hasta que en un día surgió la enemistad. Los fetos eran fieles al viejo evangelio del dios Sergio, que contaba que Sergio era solo uno de los muchos discípulos de la Diosa, y los de la superficie eran fieles al nuevo, que desde que el Diacono Oscuro tuvo contacto con el dios Sergio en la Catedral, se tomó como el único dios verdadero. Un único dios entendido de formas diferentes ocasionó una de las masacres más masivas de la humanidad, llevando a la extinción de un bando y reduciendo un 60% el otro. Los Fetos se alzaron a la superficie y comenzaron su cruzada genocida, aniquilando a la población de un poblado tras otro, los fetos eran listos, sus tácticas y técnicas militares eran insuperables, un gran porcentaje de la población anaquense al mando del Rey Flaco tuvo que entrar en esta sangrienta guerra para morir de inmediato. Parecía que Anaco seria tomado por aquella raza subterránea, se envió a una enorme cantidad de personas para intentar contener a los fetos. Humanos, Enanos y Asíticos se encargaron de arrinconar a Los Fetos en la metrópolis de Pilones, este conflicto hubiera terminado en tregua, pero Citadel contaba con un jefe militar capaz de darlo todo por nada, pues este hacía años que perdió su cordura. Raúl detonó en Pilones aquel artefacto conocido como “Bomba 7”, la explosión desintegró Pilones y todo lo que estuviera 70 kilómetros a la redonda. Más de 75 millones de personas murieron en este conflicto, reduciendo la población de Anaco a 7.150.045 personas. El Rey Flaco se encargó de dirigir un batallón completo de Guardias Reales para cazar a todo feto que quedara en la zona, transcurrieron dos semanas hasta que Jhon consiguió aniquilar a la resistencia fetal de la zona, poco mas de 60.000 fetos refugiados en los pueblos cercanos a Pilones y el manantial, solo uno fue dejado con vida, como trofeo y recuerdo de tal desastre, un joven niño cuya sangre pertenece a la casta más alta de su raza, de ahora en adelante conocido como El Feto. Pasaron cuatro años de su cautiverio cuando por fin fue liberado de las catacumbas por la Madre de Enanos.

–Jhon… estoy seguro de que todo fue culpa de Raúl– pensó el Feto cuando llegó a lo que antes era Pilones.

Feto caminó por las ruinas haciendo un increíble esfuerzo, el terreno es demasiado irregular y escarpado, con desiguales piezas de escombro recorriendo el largo paraje, el aire se hacía pesado y difícil de respirar, el olor a muerto invadía el ambiente, aun después de tantos años parecía que nunca se iría. Al llegar a la plaza central se dio cuenta de que le quedaba poco camino por recorrer, en el centro de esa plaza se encontraba la entrada al refugio secreto de una organización de bandidos, obtuvo la dirección gracias a una de sus amantes. Una fuerte nevada comenzó a caer y Feto llegó a su destino.

Bajó las escaleras y se encontró frente a frente con el líder del grupo
–Bandido Requena…
–Principe Feto, ¿que lo trae por este paraje?– Le pregunta Bandido Requena como si este ya sabía que estaba de camino.
–Lo mismo que me alejó, la guerra.
–Ve directo al grano, se para que estas aquí, si no, ¿por que recorrer tanto camino?– Requena habló sin vacilar.
–Necesito la ayuda de tus bandas negras, como ya sabrás hay una guerra que hay que ganar o perder, y yo no pienso perder.
–¿Quieres que mi ejercito de bandidos luche tus batallas?
–Solo un tipo especifico de batallas, te explico…

El Feto caminó junto a Requena hacia el centro de la cueva donde se encontraban, mientras le contaba su plan, notaba como las cientos de miradas penetraban en su cuerpo desde todas direcciones, el Feto se encontraba en una cueva enorme la cual era el escondite de todos los Bandas Negras. Los Bandas Negras son la tribu de bandidos mejor entrenados y más efectivos que existen, auténticos asesinos, ladrones, acróbatas de oficio, lo mejor de lo mejor en su arte, siempre dispuestos a hacer lo que sea tras un módico precio, tras ellos se encuentran las causas del inicio de las guerras virtuales, la muerte de la persona más importante de Deivis, la revolución enana, etc, pero claro, ellos hacen tan bien su trabajo que parecen nunca estar involucrados, y los que pagan por sus pecados son aquellos que los contrataron, su grupo se conforma por razas de todo tipo, desde Enanos hasta Asíticos, vestían de chamarras, chalecos, chaquetas, pantalones jean, shorts, de muchas ropas, pero destacaban por el color negro, y sus armas principalmente eran cuchillos y machetes.

–Veo a donde quieres llegar– dijo Requena con expresión calma –Pero te saldrá un poco caro.
–¿Que tan caro?– le pregunta Feto con expresión mundana.
–Veras, un trabajo de tal magnitud es algo que haría perder muchas vidas, vidas de mis bandas, básicamente me dices que infiltre a unos cuantos en Citadel para acelerar el progreso de tu victoria, y que ponga a medio “batallón”, término que no existe siquiera en mis bandas, a combatir en primera línea para evitar perder de forma rápida. No soy estúpido, se como de mal está la situación, esto será muy perjudicial para mí.
–Ve al grano, el tiempo es oro, ¿cuánto es lo que necesitas?
–Cuánto no. ¿Qué, es lo que necesito?
–…
–Quiero la mitad Este de Anaco, tu chateau, y toda variedad de recursos: comida, ropa, armas, de todo.
–Pides mucho, pero tranquilo, si todo sale como debe ser, todo se te será entregado.
–¿Y si no?
–Obviamente estaré muerto.
–Bien, tenemos un trato.

Deiniel estaba de camino al Love Red Mansion. –Hacía tiempo que… no veía a mi pueblo de esta forma…– Deiniel pensaba en voz alta, se encontraba solo en su Ford Mustang 2084 como de costumbre, él no solía llevar chofer para trasladarse puesto que disfrutaba viajar solo por la carretera, pero desde hace meses, viajar por la carretera ya no significaba lo mismo. En el paisaje el invierno gobernaba, las fuertes lluvias que azotaban a diario dificultaba la pesca, y el clima no hacía nada bien a las plantas, por lo que la producción de comida estaba lenta y escasa. En la mañana salió de su mansión para la realización de las tareas semanales que ahora eran diarias debido a la situación actual, visitó cada uno de los astilleros pesqueros y solo notaba que todo iba de mal en peor. –Y mi gente…– eso era lo que más le angustiaba, ver a su pueblo pasando frío y hambre, preocupados, angustiados, tristes, lo que antes era una hermosa y brillante ciudad costera, ahora era una triste y gris metrópolis, donde la gente vive con el miedo y la tensión que genera una guerra. –Esta guerra llegó en el peor momento posible… el frío no ayuda en nada, la lluvia no ayuda en nada… la guerra de invierno… carajo– una lágrima se impregno en el volante de cuero, y Deiniel llego a su destino.

El joven Deiniel no sabía lo que le esperaba, dentro de su casa se encontraban tres individuos muy peculiares, vestían ropas azules y cargaban con armas automáticas. –Señor del Mar, te estábamos esperando.– dijo el que parecía ser el líder del trío.
–¿Qué hacen en mi casa?, ¿Dónde están mis guardias?
–Tus guardias ni siquiera saben que estamos aquí, ellos piensan que estas solo, pero descuida, no queremos pelear, sólo hemos venido a hablar.
– ¿Hablar sobre qué?– Preguntó Deiniel en tono desafiante, él suele ser un hombre tranquilo pero la situación actual no lo tenía como para aguantar la incursión de unos extraños.
–Sobre la guerra.
–Mi tema favorito– Respondió ahora en tono de burla.
–Sabemos que toda la región se encuentra en una especie de guerra civil… ¿entre dos reyes? Como sea, queremos ayudar.
–¿Ayudar cómo? – Ahora parecía un poco más interesado.
–Nuestra gente es buena en lo que hace– responde el que se encontraba a la derecha del líder –podemos infiltrarnos en cualquier sistema y destruirlo desde adentro.
–¿Tan buenos sois?, ¿y por qué no hacen algo ya?, ¿por que acuden a mi?
–Por negocios– Responde el tercero que se encuentra recostado de la pared –te ayudamos, y nos ayudas.
–Siempre se vive bajo ese principio ¿no?, nada es gratis en este mundo, y nadie te viene a dar la mano sin pedir nada a cambio.
–Es obvio que eres una figura de gran importancia en estas tierras, por lo que, si llegas a ganar esta guerra, quiero, queremos que nos des una parte de ella.
–¿Que parte?
–Esta zona pesquera es bonita, de dónde venimos, todo es caos, hambre y muerte, nos encantaría vivir en un lugar tranquilo, con comida, y donde podamos prosperar. Ya que sabes que pedimos, dinos ¿de qué bando estás?
–¿Y si me rehúso a entregarles mis tierras?
–Somos una tribu de más de 800 personas, no somos muchos, pero somos buenos en lo que hacemos, si no nos das lo que queremos…
Al enunciar esa última frase, de las sombras saltaron una cantidad grande de gente, aproximadamente unos 20, vestidos de la misma forma que los dialogadores, inundando el hall principal, Deiniel desde que entró no se percató de la presencia de ninguno de los presentes, por lo que su instinto inmediatamente le pidió ceder.
–Lo tomaremos.

Muy al Oeste, las cosas marchaban de forma más acelerada, el vasto llano de Airsplit, un gran terreno de kilómetros de campo abierto que separa el Prado de Enanos y el Torreón Lanza del Sol, se encontraba en calma cuando de repente un pequeño terremoto azotaba, pero no era cualquier terremoto, era uno ocasionado por el peso, las ruedas, y el movimiento de veinte batallones acorazados moviéndose a máxima velocidad por toda la llanura. Cerca de 30.000 tanques se movían casi al unísono por todo el terreno en dirección norte al torreón de Grecia.

–Esta guerra nos dividió a todos… es triste… los extraño… no he visto a Deiniel desde que todo esto empezó… pero sé que pronto estaremos juntos otra vez, como familia…– Xavielys hablaba en voz baja, como si quisiera que nadie la escuchase, observaba fijamente el horizonte, donde grandes columnas de humo se levantaban hacia el noreste, las cosas no están para nada bien.

Se levantó y se ubicó en la torreta del tanque Goliat XS4, este tipo de tanque es el más grande que existe y se tiene uno como cabeza de cada batallón, medía lo que median cuatro M1A1 Abrahams y se veía como un enorme titán en comparativa a los tanques medios de sus alrededores, que alcanzaban el tamaño de un Panzer alemán de la segunda guerra mundial, una guerra de hace miles de años. Al frente de los batallones, colocándose su radio comenzó un breve discurso:
–Hijos, este es un día crucial, durante seis meses estuvimos preparándonos para lo que sería una guerra entre reyes, no os voy a mentir, será horrible, estamos contra aquel conocido como el Rey Psicópata, ese desgraciado hijo de perra no dudara en lanzarnos una bomba nuclear si así lo desea, por eso debemos estar lo más alerta posible, avanzar de la forma más rápida que se pueda, y retroceder cando sea necesario, no hay duda en que morirán muchos, ya murieron bastantes en estos seis meses, y seguirán muriendo más, hasta que alguno de los dos caiga, o la Reina del Frío, o el Rey Psicópata, solo espero que Juan tenga controlado a ese bastardo para no desaparecer tan rápido de la faz de la tierra, a lo que quiero llegar es que, no importa lo duro que se nos ponga, por que se nos pondrá duro, no tenemos derecho a rendirnos, ni aun con tantas bajas, vamos a luchar hasta el final, por un mundo mejor– Xavielys nunca fue alguien que supiera manejar las palabras, pero en estos meses de guerra todos hemos cambiado, y ahora ella estaba más determinada que nunca. Al finalizar su discurso, el pasto de su alrededor pasaba a estar cubierta de nieve blanca, el camino que quedaba era poco.
–Grecia, llegó la hora de volver a verte, vieja amiga.

Los Silbones del Diablo volvieron a pitar una vez más, Grecia seguía perdiendo territorio y ya estaba perdiendo la esperanza.
–¡Mi reina!– Entra violentamente un soldado a la sala del trono –Xavielys… acaba de llegar.
Grecia no expresó palabra alguna, solo fue corriendo directamente a la puerta principal, que fue reparada y reforzada luego del golpe de estado de hace seis meses. Al llegar abajo Grecia se detuvo en toda la entrada, contemplando la enorme cantidad de tanques en fila de izquierda a derecha, y Xavielys, bajando de un tanque gigantesco al frente de los demás. Ambas mujeres se miraron las caras unos instantes para luego darse un abrazo casi que fraternal. –Mucho tiempo sin verte vieja amiga– dijo Grecia suavemente. –Lo mismo digo– responde Xavielys. Ha pasado mucho tiempo desde que algún miembro del clan se reencontrara con otro, y Grecia llevaba años sola.

El sol se posa en el horizonte para dar la bienvenida a la noche, y el frío va en aumento. Grecia y Xavielys se reunieron junto a varios jefes militares en el Cuartel General para discutir la nueva contraofensiva.
–Bien este es el plan– Enunció una Grecia bien determinada –Xavielys, necesito catorce batallones de tanques moviéndose directamente hacia Citadel por el Este, es una jugada suicida pero es necesaria, durante todos estos meses la guerra se trató de hacernos retroceder con multitud de ataques directos por un solo frente, el Este, y lo habría conseguido si no fuese por nuestros Silbones del Diablo. Por lo tanto ahora nos toca hacerlos retroceder a ellos, vamos a empujarlos hacia su casa como hicieron con nosotros, perderemos varios batallones pero serán sustentados por las fuerzas de infantería Asíticas y las descargas de Artillería, cosa que ellos no tienen. Mientras ejecutamos la distracción que sería esa, nuestro verdadero ataque será hacia el noreste, por una sección del bosque llamado Ardenas Asíticas, los batallones de tanques restantes se unirán a una multitud de formaciones de infantería, incluidos equipos de demolición, ingenieros, y francotiradores, además de unos cuantos morteros y catapultas, eso será suficiente para la emboscada que les daremos por su flanco derecho, el terreno será muy difícil pero será nuestra carta de victoria, Citadel estará tan centrada en repeler nuestro ataque frontal que no se esperará que ataquemos por otro lado. ¿Entendido?
–Entendido– Respondió Xavielys.
–Entendido– Repitieron los comandantes de alrededor.
–Preparemos a la primera división blindada de nuestro ejército, a partir de mañana, esta guerra es nuestra.

Muy al noreste, en el Castillo Luna Nueva, Deivis se encontraba sentado en su trono como de costumbre. En su infinito pesar notó algo, una sensación diferente a la pura tristeza que siempre suele tener, hizo a un lado los recuerdos de su amada para centrarse en lo que estaba ocurriendo, hacía frío, pero no el típico frío de la región, ni tampoco el inigualable frío invernal, era un frío distinto. El viento acariciaba su hermosa melena, la brisa surcaba suavemente su exótica piel, Solo algo era capaz de darle tal experiencia sensorial, Deivis abrió los ojos y se percató de lo que estaba pasando.
–Ya viene.

–Señor, las DRDR y la Guardia Real han sido obligadas a retroceder…– Fue lo que dijo el comunicador con el suficiente miedo para que se hiciera notar que le temblaban las piernas.
–¿Bueno y que, tu eres marico?, hace unos putos instantes estaban BIEN– Reclamo Raúl con una gran impaciencia, no entendía lo que estaba pasando –Como mierda van… ¡¡A RETROCEDER!!
–La transmisión indica.. que… tienen tanques, que Grecia tiene tanques y nos hizo retroceder…
–¿Tanques de quien? ¿Sabes? no importa, ¿por qué coño estas parado aquí y no envías refuerzos?, manda lo que sea por el amor de el coño de tu madre.
–Lo.. lo in.. intentam—
–¡Habla bien maldita sea!– le interrumpió Raúl de forma brusca.
–Lo intentamos mi lord, enviamos refuerzos pero nos cae artillería pesada constantemente, no nos deja avanzar, las tropas de mas adelante están solas.
–Ahg maldita sea, Juan ¿no me pudiste dar a alguien menos inútil como comunicador? Parece que no sabe interpretar las órdenes que le doy.
–Pe.. Pero señor.
–Ya cállate maldito marico– Fue lo último que le dirigió Raúl al joven que tenía cerca, el pobre muchacho temblaba del miedo y más aun cuando Raúl caminó hacia la Command Table y cogió una escopeta que tenia recostada de su silla. Raúl le apunto al estomago y disparó, el cadáver del joven de dieciséis años fue arrojado violentamente hacia el otro lado de la habitación. –Tal vez sea un cacharro pero tiene su potencial asesino– Comentó Raúl al ver que el cadáver del muchacho quedó recostado de la pared del fondo –Juan, ve rápido y busca a alguien que limpie este mierdero, y dile a Jhon que vaya al CG y que me envíen a alguien que si sepa entender lo que digo, carajo.

Juan salió de la habitación y se topó con Jhonathan que se encontraba justo en la puerta.
–¿Escuchaste todo no?– pregunta Juan agobiado
–Afirmativo, chamo, eres un imbécil al poner a ese loco al cargo– Responde Jhonathan con amargura, una de las cosas por las que se le conoce al Rey Flaco es por su estado de mal humor continuo, pero esta vez era mucho más intenso que de costumbre.
–Jhon, sabes que no pude con la presión, solo quería terminar con todo– Respondió Juan apenado.
–¿Terminar con todo?, Juan por favor, ¿en serio no te diste cuenta de lo que pasaba? ¿No te diste cuenta de la senda coba que te metieron?, por favor eso de seguir gobernando y que él sería la pantalla no se lo tragaba nadie, sabias lo que pasaría, haberle cedido tu puesto a Raúl fue lo peor que se te pudo ocurrir en toda tu puta vida… un líder de verdad no cede ante cualquier adversidad, enfrenta cualquier problema sin vacilar, y tu… fracasaste como líder.
–Lo sé…. Ya no puedo hacer nada al respecto y aunque intentara matarle, el cabrón se defendería con gracia, es un experto en combate, yo solo soy un político.
–La política ya no sirve de nada ahora, por muchos años fuiste el mejor gobernante, supiste tratar con todos los problemas socioeconómicos de la región, pero no pudiste evitar una guerra… y escapaste para completar.
–Lo sé, la cagué– Juan respondió con una pena inigualable, el sentimiento que generaba el pensar que todo esto había sido su culpa lo mataba, y ahora acaba de darse cuenta de que también defraudó a sus hermanos. –¿Pero qué podemos hacer ahora al respecto?
–Nada, la verga está demasiado jodida, no se me ocurre nada.

Luego de caminar por el largo pasillo los dos reyes llegaron a la bifurcación.
–Bueno, Rey Sabio, aquí se dividen nuestros caminos.
–Hasta pronto, Rey Flaco.
Cada uno tomó un camino distinto y se perdieron en los grandes pasillos de Castle Brotherhood, pero ninguno de los dos esperaba el terrible giro que tomaría esta guerra.

–Grecia, cree que puede hacerme retroceder, ¿eh?, lamentablemente para ella, yo tengo más de un as bajo la manga– Raúl caminó hacia el teléfono y llamo a las guarniciones militares de Citadel. –¿Hola?, ¿Cuánto falta para que restauren las comunicaciones con el CG?
–Ya falta poco, la revuelta de los Asíticos y el gas dejó todo hecho mierda pero según nuestros mensajeros ya falta nada.
–Perfecto, así podre coordinarme mejor, escuche con atención, quiero que despliegue un F-70 y lance un “Big Bertha” en el frente oeste, sin vacilar.
–Entendido señor, de inmediato.

Grecia y Xavielys iban a la cabeza de la división dirigiendo el avance por el difícil terreno colina tras colina, quebrada tras quebrada, Grecia llegó a ese bosque con la intención de ganar y nada la haría retroceder. –Grecia– Exclama Xavielys para llamar su atención –Me informan por radio que los batallones 7º, 11º y 12º lograron atravesar la línea defensiva de las DRDR y están atacando sus flancos derecho e izquierdo, los haremos retroceder hasta que lleguen a su tierra.
–Todo marcha de acuerdo al plan, Raúl se percatará de la difícil situación en la que está metido y centrará toda su atención en responder a su frente oeste, solo nos falta a nosotros llegar para atacar por el norte y ¡BUM! Citadel será nuestra– Grecia se hallaba llena de determinación, todo marchaba viento en popa. A medida que la 1º División Blindada se adentraba en el denso bosque, luego de cruzar un pequeño riachuelo se toparon con una tribu de Asíticos salvajes, “Etnias Salvajes” como comúnmente se les conocía.
–Quclate saste sasclaquitutrute quclate hichitritetru sarraryintetrupactu tesassarte trichitusas chilel patusasquclate? Lelchirarpaztu!
–Que puta madre, Grecia, ¿tienes alguna idea de qué coño está diciendo?– Pregunta Xavielys con altos niveles de confusión.
–Está hablando en su lengua nativa– Responde Grecia.
–¿Lengua Nativa?
–“Kitúr”, es una lengua arcaica de la orden, no sé cómo se habla pero haré el intento de tratar de entenderme con él– Grecia se acerca al líder del grupo y parafrasea unos cuantos vocablos –Quiclasarchi, trechirartosastritu, quitetruteleltuquite.

–Tritutretu sarte chisarrartelsas chi tutentetrupacterartrete?, Chitretopaztusas, Trechisartetruleltusas chi sartupactusas!– Responde furico el líder de los salvajes para posteriormente atacar.
–Mierda, ¡Defendeos!
De un segundo a otro el pequeño trozo de bosque se volvió un mini campo de batalla donde se desarrolló una violenta escaramuza. Luego de un inútil combate cuerpo a cuerpo y un par de cañonazos de tanque ultrapesado, la multitud de salvajes optaron por retirarse de vuelta al bosque
–Creo que montamos demasiada bulla– Dice Xavielys luego de notar la tremenda nube de polvo levantada por los disparos de su tanque.
–Que el 18º batallón vaya delante, nosotros montaremos un pequeño perímetro aquí atrás, no quiero que mas de los míos mueran de forma estúpida– Exclama Grecia luego de presenciar tremendo alboroto.
–Ya escucharon, fijen y carguen, que el 18º continúe el camino hacia Citadel.
–A la orden– Responde el líder de batallón mientras se adentran en el bosque.
–Grecia, ¿no crees que debemos avanzar con los demás? ¿Por qué debemos quedarnos por unos cuantos salvajes? – Pregunta Xavielys un poco molesta.
–¿Unos cuantos salvajes?, son personas, gente, esa gente es igual de importante que tú o yo.
–Sí, sé que es importante, una vida es una vida, pero coño tenemos que avanzar rápido, mientras antes lleguemos a Citadel mejor, no debemos retrasarnos por gente que ni les importa lo que estamos haciendo.
–Ya Xavielys– Grecia comenzaba a impacientarse –No sé cuál es tu perspectiva sobre la vida humana pero esta guerra la estamos luchando por nuestro pueblo en primer lugar, ignorarlo sería estúpido, ya viste que matamos a casi diez personas en esta escaramuza y ellos ni saben que somos sus amigos.
–El enemigo está allí fuera, tenemos un objetivo, no nos podemos distraer en pendejadas coño, mientras más rápido actuemos mejor.
–Coño de la madre Xavielys, ¿quién es la líder de este ejército? ¿Tú o yo?
–¿Quien es la dueña de los tanques?, ¿tú o yo?

Grecia iba a contraatacar esa frase con otra pero el hecho de ver un tanque medio Blackhound volando por los aires le cerró la boca. El tanque cayo de de cabeza sobre otro quedando ambos inutilizados. –¿Que mierda está pasando al frente? – Cuando Grecia se puso los binoculares para intentar ver qué era lo que ocurría a lo lejos notó que el tanque líder Goliat XS4 se levantaba del suelo poco a poco para ser despegado de la tierra.
–¡¡¡MINOTAUROS!!!
–No puede ser… hay minotauros patrullando el bosque… ¡¡Xavielys!! ¡Prepárate para contraatacar!– Grecia estaba impactada, nunca en su vida había visto un minotauro de cerca, solo Dios Sergio era capaz de crear un ser tan formidable, aproximadamente de unos cuatro metros de alto, enorme y su musculatura aun mas enorme, con una fuerza tremenda se encontraba levantando el Goliat XS4 del suelo y apartándolo del camino como si fuese un juguete de plástico. Pero eso no fue lo peor, cuando se percató de lo que sucedía mas allá del horizonte su sangre se heló, al mirar a su derecha, al sur de donde se encontraban, un inmenso resplandor al horizonte captó su atención, seguido de un hongo nuclear y una increíblemente fuerte onda de choque que les golpeó a todos como si de un hidrojet a quemarropa se tratara, y luego un ensordecedor estruendo. –No… Raúl...

–Señor– El nuevo asistente de Raúl llega con lo que parecen ser buenas noticias –La bomba atómica “Big Bertha” detonó a la perfección en el campo.
–Sí, veo que satisfactoriamente fue así– Responde Raúl mientras observaba el gigantesco hongo nuclear que se levantaba a lo lejos en el horizonte desde una ventana de la habitación de la Command Table.
–Parece ser que eliminamos alrededor de nueve batallones de tanques, estimamos unas 13.000 bajas enemigas aproximadas.
–Perfecto, ahora las DRDR podrán seguir con su avance normal en paz.
–Alto Mando, Alto Mando, aquí Cuartel General, recuperamos comunicación– Se escucha de la radio al otro lado de la habitación –Esperando nuevas órdenes.
–Quiero que mande refuerzos procedentes del equipo Anti Radiación para que termine de limpiar el área, que terminen de matarlos a todos los que deben de estar en la retirada ahora.
–Señor, me están informando que las patrullas de minotauros encontraron una fuerte resistencia en las Ardenas Asíticas.
–¿Cómo?
–Sí, parece ser un ejército de tanques.
–… comprendo, ya sé lo que traman, Grecia cree que puede atacarme por el flanco, está equivocada. Escucha bien, quiero que envíes a las DRDR y a la Guardia Real que no puedan luchar en ese infierno nuclear hacia el norte, quiero que embosquen a Grecia desde su sur y su este, las AR se encargaran de limpiar el área del oeste… y quiero que manden un DragonFire
–¿Un Dragón??
–Sí, quiero que quemen el bosque entero.

Las DRDR son la élite de la élite, son la máxima fuerza militar del ejército privado del Alto Mando Militar de Citadel, entrenados rigurosamente en las cuevas de güivernos al este de la Capital, no se les llama Dragones Raptores de Destrucción Rápida por nada, utilizando las tácticas nazis de la blitzkrieg o guerra relámpago atacan rápida y ferozmente a sus contrincantes robándoles amplios pedazos de terreno en segundos y no solo eso, utilizan una armadura encantada que les da una inequiparable resistencia al fuego, por lo que el uso de armas incendiarias es más que inefectivo, y ahora armados con espadas de fuego, rifles de asalto con balas explosivas y lanzallamas de plasma frío, comenzarán un épico asalto al bosque.
–La esperanza de los mortales se quemará junto al bosque.

–¡¡¡FUEGO!!!
Los diez tanques del frente dispararon a la vez contra el mismo objetivo, las balas arremetieron contra el minotauro para que acto siguiente este cayera al suelo en seco, Xavielys había conseguido identificar a unos 20 minotauros alrededor de la zona, los cabrones consiguieron destruir unos 35 tanques y Xavi solo logró matar a dos, eran fuertes, agiles, resistentes y veloces. No pasaron ni veinte minutos cuando las DRDR aparecieron desde el sur.

–Maldita sea ¡Xavi!– Grecia exclamó fuertemente para que Xavielys desviara su atención a ella –Citadel desde el sur.
–Mierda, ¡Ataquen!– La batalla se tornaba cada vez más dura, la 1º División Blindada recibía ataques de dos frentes al mismo tiempo, las catapultas y escuadrones de infantería se veían suprimidos de forma brutal pero el ejercito de tanques lograba contenerlos y repelerlos con osadía. Cañones calibre 88mm y 160mm y rápidas ametralladoras calibre 42mm arremetían ferozmente contra las múltiples cargas de infantería. Poco a poco las fuerzas de Citadel comenzaron a retroceder, cerca de 640 tanques fueron despedazados por minotauros y demoledores de las DRDR pero no fue suficiente para detener a Grecia, parecía que tenían esta batalla ganada…. Parecía…
–Señora… ¿Qué es eso en el cielo?– Pregunta el observador del tanque a la derecha de Xavielys– Parece un pájaro enorme.
–… Eso… Eso no es un pájaro… ¡Eso no es un pájaro! ¡Mierda! ¡Grecia, da la orden de retirada!

Jhonathan caminaba por los pasillos de Castle Brotherhood como de costumbre, el Rey Flaco se hallaba con múltiples lagunas mentales y conflictos morales, tenía que hacer algo con Raúl pero las posibilidades de triunfar en cualquier cosa eran nulas, el estaba solo, y no se puede enfrentar a un ejército solo. Cuando entró a la cúpula de Sacro Cubitox notó que subiendo las escaleras se encontraba un hombre, un hombre con vestimenta militar azul y empuñando un tridente. Uno por uno comenzaron a emerger de las sombras más personas vestidas de azul, Jhonathan no era estúpido, su mente e instinto le dictaban escapar, pero cuando sintió el cañón de una escopeta M23 Benelli pegado a su espalda supo que no tenía más opción que quedarse quieto.
–Rey Flaco, es un honor– La voz del líder resonaba en toda la cúpula –Me encantaría hacer un trato con usted.
–¿Quien coño son y como burlaron el sistema de seguridad? – Jhonathan no estaba dispuesto a responder, fue directo al grano.
–Somos audaces, por ahora solo te diré eso, ahora, ¿estás dispuesto a realizar un trato por el bien de Anaco?
–Anaco….– Jhonathan sentía que le leían la mente, nunca es bueno confiar en un desconocido pero el tema le resultaba interesante –¿Qué clase de trato?
–Esta guerra terminará si o si con el Rey de Wildlands como vencedor…
–Se llama Anaco, y el solo es un Rey Psicópata.
–Aja como sea, el Rey Psicópata como vencedor. El punto es que nosotros podemos hacer cantidad de asuntillos para derrocar al tirano.
–¿Asuntillos?
–Asuntillos, trabajos, tareas, llámalos como quieras, el punto es que necesitamos un poco de apoyo dentro de la ciudadela. Y tú, eres cercano al Rey.
–… ¿Qué es lo que buscan?
–Queremos librar de tiranía a estas tierras a cambio del control total de la sección sureste de ellas.
–Es mucho… pero mejor que vivir bajo un gobierno descontrolado, pero ¿Cómo puedo confiar en ustedes?, se colearon en un castillo a escondidas, ¿y cómo se que son completamente capaces de hacer lo que proponen?
–Ya viste de lo capaces que somos, infiltrar a 50 personas en un castillo fuertemente vigilado no es sencillo.
–Tiene razón…
El sujeto que Jhon tenía a su espalda bajó la escopeta y el líder prosiguió con su charla.
–¿Entonces tenemos un trato?
–Tal vez… ¿pero deberíamos conocernos un poco mejor no cree?, les diría que comenzaran con explicarme cual es mi papel en todo esto pero… ¿Quiénes exactamente son ustedes?
–Somos comúnmente conocidos como… The Watchers.

–Lo lamento mucho por tu amiga pero sabes cómo marchan las cosas y como va a terminar todo esto.
–Sí, esta guerra la perdimos antes de que empezara… espero que Grecia siga con vida para cuando termine mis planes.
–No lo creo, ya supiste lo que paso en el oeste, la pobre chica ya debe de estar al borde del suicidio.
–No me gustaría para nada que muriese pensando que nunca acudí en su ayuda…
–Ya veremos que tal marchan las cosas.
–Debemos actuar rápido.
–Debemos actuar con cautela, ahora cállate.

El Bandido Requena y el Príncipe Feto se adentraron silenciosamente en la capital, Requena planeaba llenar Citadel con su ejército de bandidos para posteriormente eliminar a Raúl al dejarlo sin escapatoria, atacando sus puntos flacos desde las sombras y acorralándolo en su palacio, pero este no este no es un tipo de plan que se lleve a la ligera, “un golpe de estado” así lo llamaba Requena aun a pesar de considerarse ajeno a Anaco, este tipo de plan requiere una planeación profunda y una ejecución paciente, y para cómo va el avance de la guerra, paciencia es lo que menos quedaba. Moverse por las calles de Citadel antes del cambio de dirección era de lo más sencillo y normal, pero luego de que Raúl llegara al poder y la guerra estallara, los militares dominan las calles y callejuelas y los civiles presos en sus casas en un toque de queda indefinido.

–Citadel se convirtió en la cárcel más grande de la región– Expresa Requena al ver las calles desiertas y las constantes patrullas moviéndose de lado a lado –Y eso que ya tenía las catacumbas.
–Estar preso en tu casa debe de ser una vaina bien arrecha– piensa el Feto en voz alta.
–Que priven tu libertad es una vaina bien arrecha, estas personas están detenidas sin haber cometido un crimen, solo están encerrados por que Raúl los quiere encerrados.
–Raúl devastando la integridad económica de la región haciendo que la gente pase hambre mientras sufren un arresto domiciliario.
–Todo porque los recursos básicos como la comida están siendo desviados a las fuerzas militares por una guerra que más que batallas justas son masacres provocadas adrede, porque esta guerra la tenía ganada desde el principio.
–Y todo hecho preso de su locura.
–Es increíble como en 6 meses mandó todo a la mierda, y todo realizado desde la comodidad de su castillo.
–Pero ahora nos toca a nosotros levantarnos una vez más.

–Joder, no había visto una tiranía tan arrecha desde la Dictadura de Julio– Juan pensaba en voz alta mientras caminaba el pasillo final que se encontraba entre las escaleras y la nave principal de la Catedral Blood Raven bajo Castle Brotherhood, Juán, desesperado decidió bajar el largo tramo de escaleras para charlar un poco con el Diacono Oscuro quien se encontraba rezando como de costumbre a la gigante estatua de Dios Sergio al fondo de la Catedral.

–¡Juan, hace meses que no te veo por aquí!– Expresa el Diacono Oscuro al notar la presencia de su compañero en la habitación.
–Hola José, sigo sin entender cómo es que puedes sentirme cada vez que entro aquí.
–Este área siempre está sola, el cambio de aire es notorio, y tú eres el único que entra aquí.
–¿Soy el único que aun se interesa por nuestra religión?
–Parece ser, pero hace mucho tiempo que no te veo por acá.
–Lo sé, he estado ocupado y estresado.
–¿Por Raúl?
–La guerra en general, y sobre todo la culpa que me está carcomiendo.
–Los sentimientos humanos son lo único con lo que no podemos combatir, o al menos es la lucha más difícil que podemos enfrentar.
–…
–Una guerra puede ganarse de muchas formas, con la valentía de los soldados que la pelean, con la inteligencia de los políticos que la debaten, con el espíritu de los ciudadanos, por el simple deseo de querer un cambio. La mente humana por su parte es más compleja, y a veces ni la entendemos, podemos hacer algo tan insignificante como romper un vaso de vidrio y la culpa nos puede carcomer hasta la muerte, los sentimientos como el miedo, el amor, la ira, son cosas que prevalecen y luchar por contenerlos es imposible.
–Tengo miedo, y mucho.
–Y no puedes deshacerte de ese miedo, ¿no?
–No le veo forma.
–Es lo que digo, puedes intentar olvidarlo, pero sabes que está allí y seguirá allí.
–La gente me odia.
–La gente odia a Raúl, a ti ya debes de importarles muy poco.
–Soy el culpable de todo, si no fuera por mi debilidad, por el mismo miedo que tuve, no estaríamos en esta situación.
–Juán, eres muy inteligente como para pensar en las metidas de pata del pasado, todo tiene solución, aunque no todas son inmediatas pero existen, la situación actual tiene una solución, estoy seguro de eso, debes dejar de lamentarte por algo que pasó hace seis meses y si, se que fue grave, pero los seres humanos cometemos errores, tu no hiciste aquello con el propósito de destruir tu pueblo.
–No, lo hice porque quería deshacerme de una carga, lo hice por mi deseo egoísta de quedar libre de la presión.
–Juan, no sé que mas decirte, solo quiero que tengas fe, que reces, que ores por tu pueblo y por tus amigos, al final ellos son lo único que nos queda.
–Eres un buen amigo.
–Gracias.
–José, ¿acaso esto…? la guerra, las muertes, el hambre, el miedo, el odio, ¿acaso esto es a lo que te referías con purga divina? ¿Con lo que dijiste sobre Dios Sergio?
–Lamentablemente no.
–¿Lamentablemente?
–Dios Sergio planea purgar estas tierras muy pronto, pero lo que está ocurriendo en este momento no es obra de Dios, es obra del demonio que se encuentra en la Command Table en este preciso instante,
–José, me estas asustando, ¿quieres decir que esto no se compara a lo que Dios Sergio planea en el futuro?
–Lamentablemente así es, la purga, será conocida como la Segunda Guerra Santa, y será tres veces más devastadora que la ocurrida hace mil años.

Cuenta la leyenda que en este bosque se libró una feroz batalla entre dos formidables ejércitos, que lucharon ferozmente entre sí como si de la guerra del santo grial se tratase, ambos bandos pelearon con sangre y huesos como verdaderos campeones, hasta que una enorme criatura voladora arrasó el bosque con una inmensa llamarada, quemándolo todo, y purificando el bosque de la violencia que poseía, sumiéndolo en cenizas.

Esa es la leyenda que recorrerá a lo largo de la historia, la criatura en cuestión se trataba de un enorme Dragón Rojo Mecanizado enviado por Citadel para erradicar a las tropas restantes en las Ardenas Asíticas, mas de 28.000 muertes fueron confirmadas por los radares. Minotauros, Humanos, Asíticos, Enanos, cadáveres de cada una de las razas invaden la conocida ahora como Llanura de Cenizas. La gran contraofensiva de Grecia se había convertido en un rotundo fracaso, mas de 70.000 vidas del bando Oeste se perdieron en lo que transcurrieron los seis meses de riña, vidas que al parecer murieron en vano, todo el ejercito de Grecia fue quemado junto al bosque.

Grecia se encontraba sentada en su trono, en silencio, como si estuviera esperando algo, Xavielys se encontraba a su lado, acompañándola hasta el final…
–Grecia, tranquila, no todo está perdido– Xavielys trataba de calmar a su amiga en vano, ella sabía bien que todo estaba acabado.
–Xavielys, Deiniel debe de estar preocupado por ti, deberías irte ya a las tierras del sur antes de que la cosa se ponga fea.
–¿Fea? Grecia, no te voy a dejar
–Xavielys, Citadel ya está preparando el asalto final al acantilado, el tiempo es oro, vete mientras puedas.
–Pero…
–Está bien… está bien, fuiste de gran ayuda en serio, a partir de aquí puedo sola, prométeme que te reunirás con Deiniel y le darás un abrazo por mí.
–… lo prometo.
Xavielys se acercó a Grecia, esta última se levantó de su trono y le dio un fuerte abrazo de despedida a su amiga que acto siguiente abandonó la sala del trono. A los 20 minutos Xavielys ya se encontraba fuera de los límites del Torreón Lanza del Sol, de camino a Airsplit, Grecia se quedó sentada, en calma, a su izquierda escuchó el estruendo de cinco explosiones consecutivas, eran cientos de kilos de explosivos estallando en la base de uno de los cuatro Silbones de Diablo que rodeaban el torreón. Así como todo empezó, terminará, Grecia sentada en su trono, sintiendo el caos que reina alrededor, esperando su inevitable muerte.

Varios días pasaron desde que el Rey del Mar fue víctima del secuestro organizado por “The Watchers”, hasta que consiguió liberarse de sus ataduras y salir de la sala donde lo confinaban, el pobre de Dei pasó tres días sin comer desde que lo abandonaron a su suerte en la Love Red Mansion y por fin llegó su hora de libertad. Deiniel escuchó suficiente, y conoce el verdadero plan de los vigilantes, necesitaba escapar de su mansión lo más rápido posible. –Debo avisar a Grecia y a Xavielys lo que ocurre, o todo por lo que luchamos se irá a la mierda– Deiniel pensaba en voz alta mientras corría como un maniaco entre pasillo y pasillo, evitando patrulla tras patrulla hasta llegar al garaje, allí tomó un vehículo y salió pitando mientras recibía múltiples disparos de ametralladoras. En tres días The Watchers se hizo con el control total de la mansión y pronto ejecutarían un plan a gran escala para apoderarse de la zona sureste de Anaco –¡Debo escapar ya!

Varios hombres vestidos de azul lo persiguieron durante dos horas hasta que se perdieron en un pequeño poblado al este de la mansión. –logré escapar, ahora al palacio.

Deiniel prosiguió a ejecutar un largo recorrido hasta el Love Blue Palace al suroeste de Anaco para reunirse con Xavielys, Anaco estaba pasando por un momento muy difícil, la Guerra de Invierno, y próximamente algo terminara de empeorar las cosas.

–Como si hubiera sido ayer…– Hace seis meses Grecia se vió en una situación igual de difícil, el pueblo Asítico sufría hambre y se rebeló contra su gobernante, miles de guerrilleros golpistas asaltaron el torreón con el objetivo de hacerse con el poder y Grecia solo se sentó en su trono a esperar a que la mataran. Hoy día, la guerra ya llegaba a su fin, los cuatro Silbones del Diablo fueron destruidos por saboteadores enemigos, las tropas de Citadel asaltaron el torreón con el objetivo de hacerse con el poder del oeste, y Grecia, sentada en su trono esperando que todo acabara de una vez por todas.

–Le echamos bolas amigos, hemos peleado juntos durante un largo tiempo… yo… lo siento mucho… he vuelto a fracasar como reina… no fui… suficiente para ustedes *snif* no fui valiente, quiero darles las gracias, a todos, a todos ustedes que me han acompañado durante todos estos meses, a todos los que me apoyaron y me dieron las fuerzas para seguir adelante… pero ya no puedo más, su reina no puede más… quiero que por favor continúen, sigan adelante… no permitan que todo lo que hemos vivido se esfume… los amo mi pueblo–. Ese fue el último mensaje que transmitió por radio antes de que una bala de DSR-50 le atravesara la cabeza entrando por la frente y saliendo por la sien.
Cuando la Guardia Real entró a la sala del trono para confirmar la muerte, se dieron cuenta de que el francotirador hizo bien su trabajo, el cadáver de la reina de los Asíticos se encontraba recostado hacia atrás en su trono, con un enorme agujero en la frente y bañada en sangre. Esta guerra ha terminado.

Raúl festejaba pues este era un día importante, hace 15 minutos le avisaron que la muerte de Grecia había sido confirmada, el nuevo Rey de Anaco se preparaba para la celebración de su vida, había convocado a todo el consejo y a miles de invitados para celebrar que la Guerra de Invierno terminó con él como vencedor, el día estaba nublado como cualquier día de invierno, se acercaba el mes de Diciembre y la navidad en Citadel comenzaba a llegar a sus ciudadanos, quienes fueron liberados de su toque de queda debido a la reciente victoria. Raúl destapó una de las botellas de vino que tenia sobre la Command Table, se sirvió una copa y la levantó al aire. –Brindo por mí, el Rey de Wildlands, Alto Mando Militar y Vencedor de la Guerra de Invierno, ¡Salud!– Esas fueron las últimas palabras de Raúl para posteriormente tomar un largo trago del vino, Raúl sintió el alcohol uno pocos segundos en la garganta para luego vomitar chorros de sangre de forma descontrolada, tosiendo como desgraciado sentía que el vino le carcomía los tejidos internos como si de un acido se tratara, Raúl envuelto en agonía se tiró al piso y allí fue su lecho.

Para las 8 de la noche los invitados llegaron a la sala de la reunión para toparse con semejante sorpresa, Raúl yacía muerto en el piso en un charco de sangre.
–Que mierda…– fue lo primero que se dijo Juán al observar tal escena.
–Parece que lo envenenaron…– Enunció Jhonathan luego de analizar cuidadosamente la botella de vino. Todos en la sala perdieron el apetito puesto que el cadáver cada minuto extra que permanecía en el suelo más tiempo se iba corroyendo, ese día Raúl había ganado una guerra pero no consiguió vivir para contarlo, Citadel ahora estaba por pasar por una serie de cambios drásticos, y ahora surge la pregunta que llevaría al desarrollo de nuestro siguiente capítulo.

¿Quién mató al rey?

Próximo Episodio: Puente

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